Esta historia ocurrió de verdad y comienza cuando solo tenia apenas 4 años de edad y solía acompañar a mi abuela al cementerio ya que no le gustaba ir sola, yo como todo niño de esa edad comencé a jugar y correr por todo el cementerio pero en una de esas me coloque al frente de una de las tumbas ya que me llamo la atención debido a que era como una especie de casita muy linda y adentro tenia juguetes de todo tipo y me quede jugando en ella, hasta que mi abuela me llamo para irnos...
Cada vez que mi abuela me pedía acompañarla iba ya que sabia que iría a jugar al mismo lugar, un día de esos que yo estaba jugando en la tumba de la niña, mi hermana se molesto conmigo y me dijo que no debía tocar esos juguetes ya que eso era malo pero yo mire a la tumba y dije hola Paola sera que puedo jugar con tus juguetes pidiendo yo de alguna manera permiso, mi hermana horrorizada con lo que había visto y ocurrido debido a que no sabia leer y precisamente la niña de la tumba se llamaba Paola entonces mi hermana asustada hablo con mi familia para que no me llevaran mas al cementerio.
Después de este evento comenzaron ocurrir diferentes eventos en mi casa por ejemplo mis hermanos dejaron de dormir por escuchar ruidos como de una niña riéndose en la casa y también observaban sombras en la casa. En una de esas yo me acerque a mis hermanos y les dije no se asusten que los ruidos era Paola jugando conmigo, mi mamá al enterarse de todo esto termino creyendo lo que decía y me llevo a la iglesia para que el cura nos ayudara a lo que el nos dijo que teníamos que rezar con una vela para que la niña pudiera descansar en paz.
Al pasar los años me llevaron de nuevo al cementerio, un tío me dijo que lo llevara a la tumba donde solía yo jugar de pequeño ya que le daba curiosidad. Al tiempo mi abuela falleció también y cuando fuimos a visitarla decidí ir a la tumba de aquella niña junto a mi esposa ya que le había contado la historia y resulta que la tumba ya no estaba, fui con los que cuidaban la tumba y describí la tumba y el nombre de la niña pero lo curioso era que según no había ninguna tumba así, desde ese día no pude visitarla más...
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